
CUNA DE REBELDES (II)
"Tengo unos recuerdos preciosos de La Cueva. Recuerdo pelos, cintas volando, risas francas y abiertas, una amistad sin compromiso, una ambición por lo mas grande y un lenguaje- por cierto muy poco objetivo- pero sí muy cargado de juventud. Era muy grato aquel vivir estrafalario" (Miguel Abuelo, abril de 1981 para Revista "Pelo", número 144)
Hablar de rock Argentino es referirse a La Cueva. En la década del cincuenta en Buenos Aires se encontraba un sótano, ubicado en Pueyrredón al 1723, sitio donde funcionaba un cabaret llamado ¨Jamaica¨. En éste entonces tocaban músicos de jazz, siempre ubicándonos cronológicamente en los cincuenta y comienzos de la década del sesenta.
Pero un día hubo una raza
muy grande hacia la prostitución y como éste lugar ya estaba registrado como un
lugar de coperas se le cambió el nombre y le pusieron : ¨El Caimán¨. Con ésta
denominación tampoco duró mucho tiempo, ya que a los dos meses cambió
nuevamente su nombre para ser: ¨La Cueva¨.
Era un sótano. Se bajaba una escalera, había un largo mostrador y sobre una de las paredes se encontraba un sillón rojo. Luego lo continuaba un espacio circular en donde la gente presenciaba el show y a los pocos metros estaba el escenario. No había ni mesas, ni sillas. El decorado era casero, sin muchos arreglos ni esmero. La bohemia se adueñaba del lugar, pero algunos protagonistas de la época cuentan que por ahí llegaban tipos de smoking, bien vestidos, de plata y bellas mujeres acompañándolos. Y hasta caía el embajador de Colombia.
Allí cantaron por primera vez quienes luego serían artistas inolvidable de la cultura rock de un país: Moris y su banda: Los Beatnicks presentado el clásico de hoy ¨Rebelde¨. Pagaría por ver actuar y presenciar las locuras que hacía sobre el escenario Tango luego de entonar ¨Amor de primavera¨.
La Cueva era creatividad al instante. Los músicos cantaban por amor al arte. Sin micrófonos, ni amplificadores. Subían al escenario ¨Los Gatos¨, bajaban y comenzaba Miguel Ángel Peralta tocando algunos acordes de la Gibson acompañando la poesía de ¨Oye niño¨. La improvisación se adueñaba del lugar.
Y además recordar que en La Cueva cantaron por primera vez Sandro, Javier Martinez (de Manal), Billy Bond (de La pesada del rocanroll), Rubén Rada, Moris, Pajarito Zaguri, Claudio Gabis (de los primeros Abuelos y de Manal), Alejandro Medina, Cristina Platé y muchos músicos más zaparon en el sitio precursor de la música ¨beat¨ o ¨progresista¨, como se llamaba por aquellos días al hoy rock nacional.
La situación en el país no era nada buena, Argentina estaba atravesando un período de reorganización nacional (así se llama en éste país a la tortura de personas, al maltrato, al matar sin razón, al censurar toda creatividad intelectual, surgimiento de nuevas ideas, en pocas palabras, así denominan los militares a reorganizar un país mediante los abusos ya mencionados anteriormente y la represión) y la mano estaba muy pesada.
Un día la represión fue tal, que en julio de 1967 después de una velada especial se cerró el sótano. Pero los hijos que La Cueva había gestado ya estaban dando sus primeros pasos. Veinte días después del cierre había aparecido, el single de Los Gatos "La Balsa", sin dudas, el primer hit del rock argentino.
Era un sótano. Se bajaba una escalera, había un largo mostrador y sobre una de las paredes se encontraba un sillón rojo. Luego lo continuaba un espacio circular en donde la gente presenciaba el show y a los pocos metros estaba el escenario. No había ni mesas, ni sillas. El decorado era casero, sin muchos arreglos ni esmero. La bohemia se adueñaba del lugar, pero algunos protagonistas de la época cuentan que por ahí llegaban tipos de smoking, bien vestidos, de plata y bellas mujeres acompañándolos. Y hasta caía el embajador de Colombia.
Allí cantaron por primera vez quienes luego serían artistas inolvidable de la cultura rock de un país: Moris y su banda: Los Beatnicks presentado el clásico de hoy ¨Rebelde¨. Pagaría por ver actuar y presenciar las locuras que hacía sobre el escenario Tango luego de entonar ¨Amor de primavera¨.
La Cueva era creatividad al instante. Los músicos cantaban por amor al arte. Sin micrófonos, ni amplificadores. Subían al escenario ¨Los Gatos¨, bajaban y comenzaba Miguel Ángel Peralta tocando algunos acordes de la Gibson acompañando la poesía de ¨Oye niño¨. La improvisación se adueñaba del lugar.
Y además recordar que en La Cueva cantaron por primera vez Sandro, Javier Martinez (de Manal), Billy Bond (de La pesada del rocanroll), Rubén Rada, Moris, Pajarito Zaguri, Claudio Gabis (de los primeros Abuelos y de Manal), Alejandro Medina, Cristina Platé y muchos músicos más zaparon en el sitio precursor de la música ¨beat¨ o ¨progresista¨, como se llamaba por aquellos días al hoy rock nacional.
La situación en el país no era nada buena, Argentina estaba atravesando un período de reorganización nacional (así se llama en éste país a la tortura de personas, al maltrato, al matar sin razón, al censurar toda creatividad intelectual, surgimiento de nuevas ideas, en pocas palabras, así denominan los militares a reorganizar un país mediante los abusos ya mencionados anteriormente y la represión) y la mano estaba muy pesada.
Un día la represión fue tal, que en julio de 1967 después de una velada especial se cerró el sótano. Pero los hijos que La Cueva había gestado ya estaban dando sus primeros pasos. Veinte días después del cierre había aparecido, el single de Los Gatos "La Balsa", sin dudas, el primer hit del rock argentino.
Fuente:
http://www.rock.com.ar/especiales/miguelabuelo/index.shtml
Video - cortometraje de Jorge Guglielmi (1962):
Video - cortometraje de Jorge Guglielmi (1962):